el globo rojo en mi cara

Ya había visto yo por el retrovisor que los niños y niñas de la ruta, jugaban con un rojo globo, eso evito que el susto fuera más grande, pero bajando por la 127 me cayó en la cara, no fue culpa de nadie, o mas bien fue la culpa del viento, que hizo volar el globo sin que la moni pudiera detenerlo, me lo quité de la cara como pude y todo salió en la buena, pero pudimos estrellarnos... supongo que estaba en nuestro destino que no sucediera... pero tremendo susto, el del globo rojo en la cara

teoría de la conducción 5

cuando alguien pita desaforadamente, por un cierre o taponamiento o mal comportamiento o lo que sea en la via, en realidad, no pita por ese suceso en particular, lo hace por algo más profundo...

y apareció la virgen

sonará a cuento, pero no lo es, todo empezó el anno pasado con mi nuevo oficio de conducir, entonces la virgen del carmen se hizo mi patrona y yo fui muy juiciosa a su procesión, de la cual incluso quedaron por allí algunas fotos, videos y un escapulario con dos imágenes de ella, que primero me colgué al cuello y luego guardé en la guantera, donde por un tiempo sirvió para amarrar los esferos negros de llenar las planillas, un día, sin saberse como, la silla que está detrás de la mia y que mira de frente a las otras sillas de atrás, perdió su mariposa y casi les cae encima a las ninnas, razón por la cual busqué algo con que amarrarla... claro como no encontré nada mejor, lo hice con el escapulario, de un descansa cabeza al otro y luego me fui muy juiciosa a buscarle arreglo al desastre de la silla maltrecha... se logró resolver lo de la mariposa, por supuesto, pero en el proceso, el escapulario desapareció... evidentemente yo no era la más diestra en alabar a la virgen, pero si he de decir verdad, me daba un poco de no se que, que hubiese desaparecido sin rastro, como ofendida o robada o algo... pues bien, hoy es el día de la virgen del carmen, patrona de los y las conductoras e imagen del escapulario perdido, que ésta mannana tenía en sus manos una ninna del colegio de monjas, lo había encontrado al lado de su puesto en la ruta... yo digo entonces, que se me apareció la virgen y como prueba de ello... aquí la dejo y me la cuelgo al cuello, para que no se vuelva a perder.