10 años llevando niños al colegio, desde las mujercitas del euca hasta los infantes del Montesori, amé a cada une y creo recordar todas las rutas. desde la 36 hasta la Bogotá Guaymaral, pasaron por el carro cientos de niños y cientos de historias.
pero ya era hora de dejarlo ir, tantas veces diciendo que era hora de volver al rumbo del viaje y el paseo, hasta que al fín, llegó el fin.
no se que me depara el futuro, esta incierta idea de poner los dedos sobre las teclas, lo que siempre estuvo ahí, de escribir un libro, de editarlo, de venderlo, de sacar los chavos del oficio hermoso de poner el negro sobre el blanco.
entonces se pone una toda contenta aunque le entristezca como fue la salida, como es brutal la manera como te explotan y te dejan ir, como ni siquiera pueden darte la cara porque saben que te han robado, porque sabes que te han hecho cuentas raras y te toca conformarte porque eres la que recibe y no la que da...
el principio de este post fue el 15 de enero de 2020, hablando de la entrega que hice de la ruta de los chicos de Guaymaral, sigo pensando que no quiero llevar más niños al cole, pero ha vuelto a casa laura alcira y trae bajo el brazo un montón de deudas, que sería mejor solventar así sea al volante en un carro que lleva niños post pandémicos.
me deleito con la idea de ofrecer transporte a empresas y agencias de viajes. los documentos están en mi poder y extrañamente me siento libre y relajada, aunque el primo me haya hecho la jugadita de la gente de bien, aunque fuera confiada y por lo mismo tonta, pero ya pasó, y me alegro de pensar en cómo hubiera sido si le hubiera dicho, me avisas si necesitas algo.
fui yo misma quien me metí en el entuerto, a quejarme al mono de la pila.
Después de cambiar la batería, arreglar el sonido, conseguir el extracto, recoger los equipos, bajar la cama, después de golpearla contra el muro, estoy en la cama el domingo unos minutos antes de empezar a recibir pago por la labor de conducir, fue bonito que ayer me llamara la amiga con la propuesta de llevar los primeros niños, de cara al pago de las obligaciones, pienso en los caminos de volver a cota.
Amado Maestro Ajaib, amado Maestro Kirpal, Sant Sadhu Ram Ji Maharaj, les ruego de todo corazón que cubran con su manto protector este vahículo y lo lleven con bien a su verdadero destino.
y que la Virgen nos acompañe
Ahora lo llamaremos, los caminos de Laura Alcira.