Entonces fue de nuevo mi firma en un contrato, después de más de un año que eso no pasaba, recibiendo por la labor que realizo menos de lo que recibía por la labor que según el canon social está por debajo en la escala social, pero esa es la vida, que a mi me paguen menos que a las demás personas, que no me importe ser de clase dos, que lo disfrute, que entienda y acepte que a veces se es la cabeza del león y a veces la cola del ratón.
Ha sido un proceso hermosísimo poner todo en el tablero de una manera más o menos ordenada y ya por fín empezar a ejecutar con entusiasmo, fue un fin de semana impresionante en el que frenéticamente he movido todas las ideas que me vienen a la cabeza hasta el agotamiento extremo de tengo que pararme y pensar en otra cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario