Estoy mirando el techo, mientras espero los garbanzos que he de almorzar, veo como las cañitas de un movil se tocan entre ellas y convierten en sonido sus golpes, hablo del movil sobre el sofá, que está compuesto por una serie de cañitas que cuelgan del gancho que mandé a poner en la sala cuando esta tenía en las paredes amarillos, verdes y naranjas, época en la que me parecía chevere tener una casa de colores pintada por mi misma; la hamaca hace años dejó de estar sujeta del gancho, pienso que esta sala es un lugar por que el que han pasado muebles de varios, llegué con un sofá de mimbre y un tapete iraní.
Mucho ha cambiando en esta casa desde que vivo en ella, la hamaca, por ejemplo se pasóa mi cuarto y las poltronas donde enamoré a chu, se las llevo hace tiempos su verdadera dueña.
Y hablando de chu, hace mas de un año que no la veo, hablo poco con ella y me riñe por lo que buenamente publico en este espacio, me siento entonces en una encrucijada, pero me mantengo aqui, hechada en el sofá, mirando el movil, esperando que se frian las tajadas y rogando por que lo que suceda sea lo mejor para ambas...
miércoles, 25 de noviembre de 2009
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